miércoles, 1 de mayo de 2013

LA REVOLUCIÓN GENÉTICA: UN ENCUENTRO PROMETEDOR.

La fecundación o la unión de una célula reproductora femenina (óvulo) con una célula reproductora masculina (espermatozoide) forma una nueva célula llamado huevo o cigoto. Este comienza a multiplicarse y tras 4 o 5 días origina un blastocito (conjunto de unas 150 células con forma de esfera hueca); el exterior está formado por una capa de células y el interior está lleno de un fluido donde se encuentra las células madre embrionarias.
Cuando el blastocito se implanta en el útero, las células del exterior originan la placenta y las interiores comienzan a transformarse en lo que será un feto y un bebé. Cuando se produce la implantación en el útero, decimos que existe un embrión humano.


CÉLULAS MADRE:

Son células de un organismo que no están especializadas en ninguna función, que pueden multiplicarse activamente manteniendo ese estado, y son capaces de transformarse en alguno de 200 tipos de células que tiene un individuo adulto (cardíacas, nerviosas, reales, etc).
Las células madres son fundamentales en los procesos de crecimiento y de reparación de tejidos dañados.
Todos los animales y vegetales poseen células madre en su madurez (se obtiene de la médula ósea, el cordón umbilical o el hígado), abundan en embriones y fetos. Se aislaron por primera vez en 1998.
Tres tipos de células:

a) TOTIPOTENTES ( 0 - 2 días): Son las células madre que pueden dar lugar a un organismo completo.
b) PLURIPOTENTES (4 - 5 días): Estas generarán células de cualquier tejido.
c) MULTIPOTENTES ( A partir de 5 días): Son aquellas células que sólo crean células de un tejido determinado.


Cuando avanza el desarrollo disminuye la potencialidad de las células madre. En el proceso de transformación y especialización, las células madre siguen indicaciones de sus genes, también del entorno a través de sustancias secretadas por otras células y del contacto físico con las células vecinas. Mediante la eliminación o adicción de sustancias determinadas a los cultivos de células madre ya se han obtenido células cardíacas, de la sangre nerviosas y también células de páncreas productoras de insulina.

Clonación: cómo obtener fotocopias genéticas.

En 1997 una oveja, Dolly, era el primer mamífero que había sido concebido en el laboratorio mediante técnicas de ingeniería celular.
Ian Wilmut, extrajo el núcleo de un óvulo de oveja y le implanto en su lugar el núcleo de una célula mamaria de otra oveja adulta.
La oveja Dolly era genéticamente idéntica a la oveja adulta de la que se había obtenido el núcleo celular con todo su ADN.
Había sido creado mediante la transferencia nuclear.

 


En 2001 de 41 óvulos a los que se le aplicó una transferencia nuclear, uno inició su desarrollo pero se quedó en el primer paso, cuando tan sólo tenía seis células.
La clonación también puede suceder de forma natural, y así es que en muchos organismos unicelulares, plantas (reproducción por esquejes) y también animales tienen lugar métodos de reproducción con el mismo resultado. También sucede en el ser humano y es el caso de los llamados gemelos univitelinos, proceso que produce individuos (sean células, embriones u organismos) genéticamente idénticos.

Una ficción que se está haciendo realidad.

La clonación terapéutica busca conseguir células madre que puedan ser empleadas para regenerar tejidos enfermos o dañados sin problemas de rechazo.
Este tratamiento permitiría reconstruir lesiones de infartos, quemaduras, fracturas graves o tejidos afectados por muchas enfermedades; podrían tratarse la diabetes, el Alzheimer, el Parkinson, la leucemia o la artritis reumatoide. Ya se ha conseguido regenerar tejido cardíaco, epitelial y pancreático.
En 2002 se transformaron células madre, obtenidas por clonación de las células de una vaca adulta, en un órgano similar a un riñón. Su implantación en esa vaca permitió comprobar que el implante filtraba la sangre y producía orina como un riñón normal, y no hubo rechazo.
El objetivo de la clonación reproductiva es lograr embriones humanos con el mismo ADN de otra persona para conseguir un recién nacido idéntico a ella en sus genes.
También se ha empleado la clonación para intentar recuperar especies de animales y plantas desaparecidas o en peligro de extinción.
El proceso de la "desdiferenciación", es la posibilidad de que una célula plenamente diferenciada (hepática, epitelial) pueda volver a tener el potencial de una célula madre para diferenciarse otra vez.

El fraude científico.

La clonación terapéutica ha tenido varias salidas nulas:
Noviembre de 2001.
  •    La primicia se publicó en la revista de divulgación Scientific American, con el reportaje <<The First Human Cloned Embryo>>. Los experimentos no habían pasado los rigurosos controles que se aplican a las innovaciones científicas.
  • Febrero 2004. La noticia de la primera clonación de embriones humanos la daba Science, la más prestigiosa revista de investigación junto con Nature.
Detrás estaba un pionero equipo de investigadores surcoreanos de la Universidad Nacional de Seúl, encabezados por Hwang Woo-Suk.
Casi dos años después se descubrió que el laboratorio había falsificado las pruebas de sus descubrimientos. Hwang fue despedido.
La clonación de embriones humanos es un caso más en una larga lista de fraudes científicos en muchas disciplinas.
El fraude científico más famoso es el del cráneo de Piltdown, presentado en 1912 como el eslabón perdido entre los simios y los humanos. 41 años después se supo que todo era un montaje y que parte de la mandíbula era en realidad de un orangután.


A Mendel se le acusa de haberse quedado con los datos que mejor se ajustaban a su hipótesis, pues sorprende la decisión de sus resultados con los medios que tenía. Los experimentos de Pons y Fleischmann sobre la fusión fría en la década de 1980 nunca pudieron reproducirse y su promesa de una fuente de energía barata y limpia se quedó en eso, en una promesa.

Desafíos éticos.
La eficacia de la clonación es bajísima; se necesitan cientos de embriones para que algunos de ellos consigan desarrollarse y servir para obtener células madre.
La clonación reproductiva no está todavía lo suficientemente desarrollada para conseguir seres humanos sanos.
Los pocos animales clonados que llegaron a nacer han presentado una amplia variedad de anomalías: envejecimiento prematuro, problemas de corazón y pulmón, riñones deficientes, intestinos bloqueados, sistema inmune debilitado y malformaciones físicas.
Uno de los motivos desde un punto de vista ético es que durante su aplicación se producen en el laboratorio cigotos que evolucionan a blastocito, que deben abrirse para que sus células madre puedan generar tejidos.
Si ese blastocito se implantara en el útero de una mujer podría dar lugar a un ser humano. La respuesta ética a este hecho depende de cómo se valore y defina un embrión humano.
Hay quienes consideran que el cigoto ya es un ser humano, aunque la transferencia nuclear tenga lugar en la placa de Petri de un laboratorio, califican la clonación como inaceptable.
Quienes entienden que no existe embrión hasta la implantación en el útero no ven objeción a estas investigaciones.
Otro tema es que la clonación reproductiva pudiera emplearse para manipular embriones humanos y conseguir personas con determinados genes.


1 comentario:

  1. Bastante completo. Podrías mejorarlo añadiendo entradas de noticias que están en la web, así pasaría de estar bien a estar excelente.

    ResponderEliminar