Resucitar al neandertal no es
posible. Todavía
El genoma del mamut
abre la puerta a revivir especies extinguidas - Las dificultades técnicas no
son insalvables, pero surgen dilemas éticos
El genoma
recuperado de los hielos siberianos es un paso enorme que no osó imaginar ni el
recién fallecido Michael Crichton en Parque Jurásico. De ahí a resucitar
al mamut median obstáculos formidables que la genética actual no puede
resolver. Pero todos los problemas son puramente técnicos, y se irán esquivando
tarde o temprano. ¿Veremos un safari park en Siberia con los mamuts
devueltos a la vida por la gracia del hombre? Y, sobre todo, ¿qué pasará
después con los neandertales, segundo genoma fósil previsto?
Un óvulo
fecundado humano y uno de mamut son casi lo mismo. Si el primero produce una
persona y el segundo un mamut es por el genoma, o conjunto de los genes, que
dirige el desarrollo y la evolución. El genoma del mamut consiste en 4.000
millones de bases, o letras químicas del ADN (aggcttcaa...), y
secuenciarlo es determinar su orden exacto. Esto es lo que (casi) han
conseguido recientemente científicos rusos y norteamericanos.
El genoma
del mamut actual es una copia imperfecta de un libro (técnicamente, su cobertura
es de 0,7 veces un genoma). Según estima el cazador de genomas fósiles Svante
Pääbo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig,
una secuencia de "calidad razonable" precisaría una cobertura de 12
veces, o 12 libros imperfectos.
Y aún así,
una "calidad razonable" significa un error por cada 10.000 bases (las
letras a, g, c, t del ADN). Como el genoma de esta especie tiene unos
4.000 millones de bases, eso da un total de 400.000 errores. Y los
"errores" en el genoma de papel se convertirían en "mutaciones"
reales en el mamut reconstruido.
"Todavía
no podemos devolver el mamut a la vida", dice el subdirector del centro de
ADN antiguo de la Universidad de Adelaida, Jeremy Austin. "Una secuencia
genómica no hace un ser vivo. Todo lo que tenemos ahora es un genoma parcial,
con un considerable número de errores. Sería como intentar fabricar un coche
con sólo el 80% de las piezas, y sabiendo que algunas están rotas".
Sin embargo,
ninguno de estos impedimentos es insalvable. Sortearlos es sólo cuestión de más
mamuts y más dinero. Y la solución a muchos otros problemas aparentemente más
graves puede ser más simple aún: hacer trampas. Se trata de no obsesionarse con
reproducir fielmente un mamut, sino en conformarse con algo que lo parezca. La
evolución biológica, al fin y al cabo, es también una oportunista.
Por ejemplo,
los genes del mamut son ahora entidades virtuales: textos (aagattcct...)
escritos en un papel, o grabados en la memoria de un ordenador, y será preciso
convertirlos en cosas, ADN real empaquetado en cromosomas palpables,
para que sirvan de algo. "Aún teniendo un genoma completo y lo bastante
preciso", apunta Jeremy Austin, "queda la cuestión de cómo construir
los cromosomas". Ni siquiera sabemos cuántos cromosomas tenía el mamut.
Pero es
probable que no haga falta. Dos especies de moscas indistinguibles a simple
vista pueden diferir enormemente en su estructura cromosómica. Incluso dos
personas diferimos algo en ella. Los elementos esenciales de cada cromosoma son
los que inician su duplicación en cada ciclo de división celular -orígenes de
replicación- y los que garantizan la distribución de las dos copias a las dos
células hijas -centrómeros-. Y ambos se han sintetizado artificialmente con
éxito.
Lo mismo
vale decir para empaquetar los cromosomas en un núcleo. Y el resto son técnicas
que no se han probado todavía en elefantes, pero que resultan ya cotidianas en
otros mamíferos: introducir el núcleo en un óvulo, estimularlo para que empiece
a desarrollarse e implantarlo en una elefanta. Se trata de los pasos de una
clonación, aunque entre especies distintas, y una de ellas inexistente.
Por los
proyectos conocidos hace años, el primer objetivo de una hipotética
resurrección del mamut será probablemente un safari park. En 2002, por
ejemplo, un equipo de científicos japoneses financiados por la compañía
tecnológica Field inspeccionaron los hielos siberianos en busca de mamuts bien
preservados. Les interesaban en concreto sus testículos, porque el esperma es
uno de los tejidos que mejor se conservan en frío. Su intención era utilizar un
espermatozoide para fecundar un óvulo de elefanta. Si naciera una hembra
híbrida, la volverían a fecundar con otro espermatozoide del mamut original, y
así hasta hacer un safari park de 150 kilómetros cuadrados en la república
siberiana de Sakha, en el noreste de Rusia.
Si la
finalidad de resucitar al mamut es exhibirlo en un safari park
siberiano, las trampas pueden llevarse al extremo, tal y como sugiere Pääbo en Nature.
El Instituto Broad de Cambridge, Massachusetts, uno de los nodos del proyecto
genoma, trabaja ya en la secuencia de uno de los parientes vivos del mamut, el
elefante africano Loxodonta africana.
Comparar los
genomas de los dos paquidermos conducirá a los científicos a los genes clave
que distinguen al mamut, en concreto a los responsables de su color oscuro, de
su abundante pelo y, sobre todo, de sus aparatosos colmillos. Pääbo cree que la
introducción de esos pocos genes en un vulgar elefante produciría algo lo
bastante parecido a un mamut como para exhibirlo en un safari park. Un
seudomamut de feria.
"No
sería un mamut en ningún sentido que pudiera satisfacer a un purista",
dice el genetista de Leipzig, "ni a un ecologista, ni al idealista que
sueñe con restaurar un grandioso pasado perdido. Pero sería suficiente para un
parque de atracciones y evitaría los problemas técnicos más peliagudos. Y es
todo lo que puedo aspirar a ver en mis años de vida".
Michael
Crichton acertó tres veces con su novela Parque Jurásico (1990).
Primero, predijo la resurrección de especies extintas. Segundo, su exhibición
en parques de atracciones. Y tercero, las trampas a la Pääbo. Sus científicos
no pudieron recuperar ningún genoma completo de dinosaurio, así que
introdujeron genes clave de dinosaurio en simples ranas (una elección
discutible; el avestruz parece mejor opción, ya que las aves evolucionaron de
los dinosaurios). Así que los monstruos jurásicos del parque no eran más que
unos seudosaurios de feria incapaces de satisfacer a un purista. Ello no les
impedía dar bocados.
El verdadero
dilema ético es que, en cuanto se pueda resucitar al mamut, se podrá resucitar
también al neandertal, pues éste será el segundo genoma fósil secuenciado. Ésta
es una cuestión totalmente distinta, y no por cuestiones ecológicas. Los
problemas técnicos serán tan formidables como en el caso del mamut. Pero
también de modo similar, ninguno de ellos será insalvable. Y la solución estará
en no obsesionarse con reproducir fielmente un neandertal, sino en conformarse
con algo que lo parezca.
La comparación
del genoma humano con el neandertal ya está en marcha, y poco a poco irá
revelando los genes específicos del neandertal. Será entonces posible crear un
seudoneandertal, pero la historia parece ahora muy distinta, porque hablamos de
una especie humana inteligente, que cuidaba a sus enfermos y enterraba a sus
muertos.
Los
neandertales se extinguieron hace menos de 30.000 años. Las últimas poblaciones
vivieron en Gibraltar. Su capacidad craneal era mayor que la nuestra, y las
evidencias anatómicas y genéticas apuntan a que poseían la facultad del
lenguaje. Se extendieron por todo el continente europeo durante cientos de
miles de años, y coexistieron con nuestra especie, el Homo sapiens,
durante cerca de 10.000 años en Europa. Nuestro papel en su extinción es un
misterio.
En cualquier
caso, el avance de la genética ha resultado más rápido de lo que imaginó
Crichton, o cualquier científico en 1990. Los únicos genomas secuenciados por
entonces eran de virus, con unas 10 kilobases (10.000 letras del ADN).
El genoma
humano es 10.000 veces mayor, y los mamuts y dinosaurios andan cerca, de modo
que leer un genoma fósil completo de estos animales era inimaginable (de ahí
las ranas). Pero 20 años después es un hecho.
"El
campo del ADN antiguo ha avanzado mucho desde el primer estudio, de 1984, que
consiguió una pizca de material genético del quagga, una especie de cebra
extinta", dice Michael Bunce, jefe de ADN antiguo de la Universidad de
Murdoch, en Australia Occidental. Para este científico, como para la mayoría,
el mayor interés de estos trabajos no es revivir a las fieras, sino aprender
cómo los genomas computan a los organismos, cómo las variaciones de los genes
alteran la forma y las características de las especies.
"Comparando
los genomas del mamut y de los elefantes actuales, o del neandertal y los
humanos modernos, podemos empezar a responder las cuestiones biológicas más
fundamentales", afirma Bunce. "¿Qué genes son responsables de qué
rasgos físicos? Comparado con sus primos africanos, ¿qué genes alteraron al
mamut para adaptarlo a los climas fríos?
En el fondo,
Bunce está buscando los mismos genes que los hipotéticos creadores del safari
park, aunque por distintas razones: "¿Pero podremos en unos años
devolver al mamut a la vida? Nada de eso. Que sepamos la secuencia de ADN de
algo no quiere decir que podamos manipularlo genéticamente para recrear el
organismo extinto. Este tipo de desarrollo es todavía una fantasía",
sentencia el experto.
Pero hay una
palabra que aparece por todas partes en este contexto: todavía.
Hay túneles
del tiempo genéticos que ningún novelista ha explorado, pero que los lingüistas
utilizan a diario. No hay grabaciones de hace 10.000 años que demuestren que
pie se decía pod en la lengua indoeuropea ancestral. Los lingüistas
comparan pie, foot, vot, pes y pada, y deducen cuál
es su origen evolutivo. Los biólogos pueden hacer lo mismo con los genes.
La
comparación entre genomas y lenguajes es más que una metáfora, porque el ADN es
un texto en sentido muy literal. Todos los genes tienen la misma estructura (la
famosa doble hélice del ADN). La información genética está en lo único que
distingue a un gen de otro, que es el orden de las bases (las letras a, g, c,
t) en hileras. Como la información en un texto está contenida en el orden de
las letras.
La
comparación entre genomas de mamíferos permite reconstruir el genoma del primer
mamífero. La comparación entre humanos, moscas y medusas revela el del primer
animal, el origen de la evolución animal. Lo mismo vale para cada gen concreto.
No hace falta recuperar físicamente aquel ADN de hace 600 millones de años. Se
puede deducir, como la palabra pod.
Si hay una
conclusión general, es que todas las funciones fundamentales estaban ya en el
primer animal, hace 600 millones de años. La evolución ha consistido desde
entonces en amplificar y refinar funciones concretas en cada linaje animal. Por
ejemplo, los sentidos siempre han existido, y todos tienen una lógica genética
similar. Pero los genes de los receptores sensoriales (olfativos, del tacto y
demás) se propagan y retraen continuamente en el genoma para adaptarse a las
demandas del entorno.
Los
genetistas también exploran los futuros posibles. Utilizan los mismos
mecanismos que la evolución, sólo que en simulaciones aceleradas. Por ejemplo,
las proteínas suelen estar hechas de módulos, y la evolución genera novedad
recombinándolos. Las opciones combinatorias son inagotables, y los seres vivos
sólo usamos una pequeña fracción de las posibles. En el laboratorio se pueden
crear muchas funciones nuevas por este método.
Un safari park verdaderamente
rompedor no rescataría el pasado del hielo. Lo deduciría de sus herederos
actuales. Y mostraría a éstos sus futuros posibles, aparte de una extinción
cierta.
"RESUCITAR AL NEANDERTAL NO ES POSIBLE. TODAVIA"
1- ¿ Qué se a conseguido con el mamut y qué hace falta para recrearlo?
- Se ha conseguido el 0.7% del genoma del mamut de los hielos siverianos.Haría falta 12 veces mas de su genoma con una calidad razonable (un error por cada 10000 bases), o sea, 400000 errores para un genoma de 4 mil millones de bases. Estos errores serían mutaciones del mamut reconstituido. Haría falta mas mamut y dinero, o bien hacer trampas, no tiene que ser fielmente un mamut sino que se le parezca.
2- ¿Qué faltaría por hacer una vez conocidos los genes del mamut?
- Los genes los empaquetearlos en cromosomas, y meter estos cromosomas en un núcleo, meterlo en un óvulo de elefanta y estimularlo para que empiece a desarrollarse.
3- Con qué finalidad se están realizando estos estudios. ¿De qué otro modo se ha intentado?
- Recrearlos para safaripark.Se buscaron en los hielos de siverianos testículos de mamut, pues los espermas se mantienen en el frio, para fecundar en un óvulo de elefanta.Si sale bien saldría un mamut elefante.
4- ¿ Cual sería otra forma más sencilla de recrear al mamut?
- Comparar el genoma del mamut recuperado con su pariente vivo el elfante africano y localizar los genes dobles que los diferencian.Como son el pelo, colmillos, tamaño.... Introduciendoi estos genes en un elefante, se produciría algo muy parecido a un mamut sin serlo,este sería el camino mas sencillo y evitaría todas las dificultades.
5- ¿Qué ocurria en la novela de "Parque Jurásico" de 1990?
- Se introducían genes de dinosaurio en una rana y se formaban seudodinosaurios que daban el pego.
6- ¿Qué se plantea hacer con el genoma de neandertal?
- Exactamente los mismo problemas con las mismas soluciones.
7- ¿Cual es el mayor interés científico de estas investigaciones?
- Saver como las variaciones en los genes alteran la forma y las características de las especies ¿qué genes se alteraron en el antepasado elefante para adaptarlos a los climas fríos?¿cuales son los genes específicamente neandertales para así crear un seudoneandertal?.
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